EDITORIAL 5

Poco a  poco, la bicicleta se va integrando a las dinámicas cotidianas de la ciudad de Pereira. Mucho tiempo ha pasado desde los días  en que su uso era casi exclusivo de los  niños y de los domicilios que llevaban los encargos de tiendas   y graneros. Basta con pararse a la entrada de universidades como la Tecnológica  o la  Católica, así  como de algunas empresas para darse cuenta de que  la actitud frente  a  la bici precisa de otra orientación.

Los responsables del manejo de la ciudad recién empiezan a obrar en correspondencia con esa nueva realidad. Bajo la vocería de la concejala  Carolina Giraldo, ella misma una  apasionada de la bicicleta, se dio un primer paso para lo que a largo plazo  debe convertirse en una política pública consistente, y por lo danto dotada de herramientas legales y administrativas para hacerse realidad.

Algunos síntomas empiezan a hacerse visibles en la ciudad. Las nuevas obras de infraestructura ya contemplan carriles para el desplazamiento de los ciclistas. Los parqueaderos instalados constituyen una  primera respuesta a quienes no usaban la bicicleta  por no disponer de espacios para guardarlas mientras adelantan sus actividades educativas y laborales.

Para algunos no es mucho, pero desde la revista EN BICI Consideramos que es una buena manera de empezar. Con esa motivación, a  partir del presente número empezamos a ampliar nuestro radio de acción a la ciudad de Manizales y posteriormente lo haremos en Armenia. Estamos convencidos de que, de  esa manera, podemos contribuir al mejoramiento de las condiciones de  vida de todos nosotros.