La bicicleta y la economía circular
Empecemos por
la definición del concepto: Economía Circular.
Tomado de
Wikipedia: “La economía circular (en inglés, Circular Economy, CE) es una
estrategia que tiene por objetivo reducir tanto la entrada de los materiales
como la producción de desechos vírgenes, cerrando los «bucles» o flujos
económicos y ecológicos de los recursos. El análisis de los flujos físicos de
recursos proviene de la escuela de pensamiento de la ecología industrial en la
cual los flujos materiales son de dos tipos, nutrientes biológicos, diseñados
para re-introducirse en la biosfera sin incidentes, y nutrientes técnicos, los
cuales están diseñados para circular con alta calidad en el sistema de
producción pero no vuelven a la biosfera”.
Si Usted es
economista o Ingeniero Industrial, posiblemente tenga familiaridad con esta
definición, la cual para efectos prácticos de este artículo resulta compleja,
pero necesaria para entender su origen y a su vez realizar una interpretación
práctica en términos de mercadeo y consumo.
La interpretación
práctica a la que me refiero, es la que explica la Economía Circular como el
proceso económico y transaccional que nos permite pasar de ser consumidores a
ser usuarios, o lo que es igual, pasar de ser propietarios a ser arrendatarios
de los bienes y servicios.
De hecho la
Economía Circular ya empieza a vislumbrarse en algunos hechos como lo es el
alquiler de licencias de software, con las cuales estamos pasando de ser
propietarios de una licencia a ser usuarios de ellas y pagar una mensualidad o
una anualidad por su uso.
Apliquemos
ahora este concepto a la bicicleta, la cual puedo adquirir hoy como un bien del
cual tengo posesión y soy su propietario. ¿Pero si le dijera que ya hay sitios
en Europa donde puedo rentar la bicicleta que desee, para lo que desee y el
momento que lo desee, lo creería?. Pues así es, y esta es la mejor manera de
explicar este concepto en el ámbito de la bicicleta.
Lo mismo estará
ocurriendo con los automóviles, los muebles, los computadores, etcétera, el
mundo evoluciona y las maneras de uso y de consumo de productos y servicios lo
hacen, medidos por internet y las plataformas de comercio electrónico, la
economía colaborativa y la economía circular.
Así las cosas,
su próxima bicicleta puede que sea una alquilada, la cual usa por un tiempo
determinado y después simplemente devuelve a su proveedor y es reemplazada por
otro modelo mejorado, con lo que Usted simplemente sigue pagando un importe que
será descargado de su tarjeta de crédito, como si estuviera pagando su
suscripción a Netflix.
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