Pereira, una ciudad Ciclo incluyente?
Mauricio Gallo Casas
Ceo Cafeteros Locos x la bici
Esta mundialmente aceptado que las Ciudades en términos de movilidad pueden clasificarse como
emergentes y sostenibles o excluyentes e inviables.
También esta internacionalmente aprobado que caminar
o montar en bici debe priorizarse dentro del modelo de movilidad urbana, lo que
hace mejores ciudades más animadas, seguras, atractivas y sustentables.
Entendiendo por sustentable algo que recupera el desarrollo a escala
humana, que está hecho para el bienestar del ser humano, debemos preguntarnos por
la Movilidad en Pereira y establecer si es
sustentable y equitativa o no lo
es.
Por el momento en Latinoamérica muchas ciudades del
continente aún mantienen el viejo esquema que privilegia el automóvil particular
a gasolina, como medio de desplazamiento y transporte y aun los gobiernos locales no terminan de
convencerse de las ganancias y ventajas que puede traer una transformación
hacia una ciudad bici incluyente.
La Bici es de lejos, el medio de transporte más eficiente para desplazarse en un radio
entre 5 km a 15 kms y aporta adicionalmente beneficios tales como
descontaminación auditiva, descontaminación del aire, con cero producciones de desechos y
gases tóxicos y de efecto invernadero, permite el aumento de la velocidad en
los recorridos y por tanto reducción de tiempos de desplazamiento y reducción
casi total de atascos y trancones en horas pico en centros neurálgicos de las
zonas urbanas.
Por otra parte la Bici está reconocida por la OMS
como elemento importante en la
prevención y reducción de la tasa de morbimortalidad de las Enfermedades
Crónicas No transmisibles ayudando a la promoción de la salud física y mental de las
personas y por supuesto el uso de la cicla combate decididamente la
enfermedad del siglo; la hipo dinamia.
Además de las anteriores, existen muchas más que
colocan el uso de la bici como una tendencia mundial ascendente y por ello hoy
todas las ciudades en américa Latina y el caribe, asumen(al menos en discurso) el tema como un
reto de transformación urbana y social.
Pero el problema de convertir nuestras ciudades del
eje cafetero en modelos de sostenibilidad y sustentabilidad en el campo del
trasporte y la movilidad no está solo en reconocer la bici como un actor
principal de los nuevos paradigmas de desarrollo urbano. Se trata de PROMOVER REALMENTE MEJORES CONDICIONES DE USO
y movilidad en bici.
Un primer gran objetivo y meta de los gobiernos
locales debería ser la integración de la
bici al sistema masivo de transporte de las ciudades, haciendo que cada vez más
personas puedan utilizar de manera
segura la bicicleta como medio de transporte y recreación, Pero para
eso los gobiernos, las comunidades, las instituciones públicas y la empresa
privada, deberán trabajar juntas concertando y desarrollando conjuntamente el
proyecto socio económico, cultural y ambiental de CIUDAD BICI INCLUYENTE, en la
cual el peatón y el ciclista sean la base del sistema de movilidad lo cual
supone una ciudad adaptada cultural, urbanística e institucionalmente para ello
Bici
inclusión significa que las ciudades tanto en su cultura como en la gestión
administrativa, en su diseño urbanístico y plan de ordenamiento territorial
darán prioridad y estimularan el uso cotidiano de la bici, restando importancia
al uso permanente del automóvil particular, a taxis – busetas y a motocicletas
concentrándose en un sistema eficiente y amigable de transporte masivo
integrado que incorpora por su puesto al
peatón y la cicla como parte de él en
condiciones de equidad movil.
Afortunadamente no se parte de cero, entidades como
el banco interamericano de desarrollo BID, la Organización de las Naciones Unidas,
la Organización Mundial de la Salud, Universidades
y muchas entidades hoy, trabajan arduamente para desarrollar experiencias de
mejoramiento de calidad de vida, movilidad y actividad física, mediante el uso
de la bicicleta; ya se tienen importantes avances en ciudades tales como Sevilla, San Francisco, Bogotá,
Santiago de chile, Ámsterdam, entre
otras que le han apostado real y efectivamente a un cambio radical alejándose así
del modelo contaminante de desarrollo urbano inviable y excluyente.
Está claro que las ciudades pequeñas y con mediano desarrollo, son las que
más pueden aprovechar los beneficios del
uso integrado de la bici. Con una clara correlación en la que a mayor
inversión en la promoción de la bici, mayor uso y beneficios sociales. Ambientales, .económicos, de calidad
de vida y salud.
En los casos de México con su programa Eco-bici, en Costa Rica la bici publica, en Rio de
janeiro el programa ahorro ecológico Santiago de chile, ahorre co2 y Buenos aires 160.000 personas usando bici integrada son algunas de las
experiencias mas destacadas que hacen posible la construcción de ciudades bici incluyentes;
pero la transformación de una ciudad del caos urbano a una CIUDAD A ESCALA
HUMANA no es cosa sencilla o inmediata.
Se debe avanzar en un proceso que pasa por afrontar tres grandes retos que son
ü cambio cultural
ü rediseño de infraestructuras
ü Responsabilidades
institucionales y comunitarias
El tiempo de duración de estas transformaciones
para lograr ciudades sostenibles e inclusivas dependerá de los compromisos y
visión que los actores del proceso
tengan.
Comunidades empoderadas en el uso de la bici,
activas vigilantes y participativas junto con políticos consientes de la
necesidad de cambios estructurales en los sistemas de vida urbanos e
instituciones públicas y privadas con clara visión sobre las ventajas y
beneficios que ciudades sustentables pueden ofrecer serían las claves para
cambios más o menos rápidos.
En ese contexto
necesitamos ubicar a las ciudades del eje cafetero y en caso particular
a Pereira “capital del eje”. Teniendo en cuenta que Pereira requiere
urgentemente romper con el modelo de
desarrollo urbano inviable y optar por el modelo de sustentabilidad.
El primer paso está clarísimo y va de la mano de
las alcaldías municipales de las tres ciudades; Generar en asocio con las
universidades un estudio – investigación prospectiva sobre el estado actual de
la cultura, la infraestructura y la capacidad de las instituciones públicas
para desarrollar un macro proyecto urbano de transformación hacia la
sustitución del modelo de transporte contaminante –Excluyente hacia un modelo Sostenible –Ecológico. Medir
el estado actual de la capacidad de la ciudad para iniciar un proceso de cambio programado
hacia la cultura de la bici –inclusión.
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